Algunos comensales alegaron no poder compar productos que buscaban en establecimientos específicos, pues al no haber puntos de venta funcionando, pierden tanto clientes como vendedores

Juan Afonso

La crisis de efectivo en Venezuela se ha agudizado. Tanto así, que cada vez es más frecuente que comensales paguen algo sencillo empleando tarjetas de débito.

Pero para la ciudadanía las cosas se han ido cuesta arriba, pues, aunado a la falta de billetes, ahora las personas enfrentan el dilema de que los puntos de venta funcionen bien en los establecimientos.

Yelitza Núñez, un ama de casa, dijo que acudió hace unos días a una panadería y había cola pero no porque hubiese panes regulados, sino porque el punto de venda del lugar no funcionaba. "Perdí como una hora en cola porque llegó un momento en que el cajero se rindió y apagó el punto porque no estaba pasando. Y perdí la compra porque no conseguí efectivo".

En el kiosco El Universal, hubo gente que pudo pagar con dinero en físico, pero hubo otros que intentaron llevar algo del lugar con pago electrónico. La operación no salió bien para esos comensales. Los mismos dependientes aseguraron que perdieron la cuenta de las veces que una transacción "ha rebotado" en su punto de venta.

Karina López, otra ama de casa, teme que avecine una situación como la diciembre pasado, en que todos los pagos electrónicos colapsaron por fallas en el sistema. "Aquello fue horrible y ahora creo que se pondrá peor ahora porque en muchas tiendas les están fallando los aparatos".

Sumado a este problema, los ciudadanos tampoco pueden hacerse con efectivo. Juan Andrés Maita, un vendedor de la zona, aseguró que para no perder tiempo en el cajero automático, opta por ir a una taquilla de bando a retirar dinero. "Sale mejor así. Pasas mucho tiempo en cola pero hay más seguridad en que habrá dinero porque los cajeros cuentan con límites", comentó.

Este fin de semana en Puerto La Cruz, pocos cajeros volvieron a mostrar colas, en una situación que se tornó cotidiana.