El Mercurio Web | Noticias, Información y Análisis

View Original

Venezolanos corren al grito de ¡Están vendiendo!

La escasez de alimentos ha hecho que la población dedique casi las 24 horas del día a pensar en qué comer, restando tiempo a otras actividades como educación, recreación, trabajo o el simple descanso

Niurka Franco

A diferencia de otrora, este día de Reyes muchos anzoatiguenses lo dedicaron a recorrer automercados en busca de alimentos, pero las festividades de fin de año parecen haber acelerado una especie de arrase en los anaqueles.

Marjorie Barreto, afirma desde una fila en el centro comercial Casa Grande de Barcelona, que el inicio de 2017 ha sido una especie de penitencia. “Desde el 02 de enero, mi esposo y yo no hemos parado de hacer un tour por toda la zona norte, buscando harina, pasta, arroz o cualquier cosa que permita alimentar a nuestra familia. Antes al menos quedaban hallacas para los primeros días del año, pero ahora ni eso porque no pudimos prepararlas”.

La joven mujer hizo el comentario desde una cola de regular tamaño que se formó a las puertas de una conocida franquicia para comprar aceite comestible y atún enlatado, lo cual fue vendido en combo por 3 mil 860 bolívares.

Muchas familias y vecinos han decidido hacer uso de la tecnología para estar informados acerca de los lugares en los que son vendidos los productos de primera necesidad, así los grupos de amigos por whatsapp se pasan información al instante sobre la compra y venta de productos.

Rosa Marín comentó que estaba en su casa viendo la novela cuando le avisaron por el grupo que estaban vendiendo aceite, por lo que salió velozmente hacia el lugar donde coincidió con más de 50 personas que aguardaban por el producto.

“La idea no era comprar atún, pero es la única forma de acceder al aceite. Desafortunadamente, los venezolanos no podemos decidir lo que vamos a comprar o no, eso lo determinan quienes venden los productos y nos toca entonces en ocasiones, gastar mucho más dinero del que tenemos presupuestado porque si necesitamos leche, también tenemos que comprar cúbito, salsa de soya y hasta polvo de hornear si al comerciante se le ocurre ofrecer los llamados combos”.