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Alimentos procedentes de Brasil desaparecen ante controles de la Sundde

​Comerciantes afirman que no pueden importar a dólar libre productos de gran demanda como arroz, azúcar, aceite, pasta, harina de trigo y otros si luego se le obliga a vender a pérdida

Niurka Franco

Hasta finales de noviembre, los productos alimenticios importados de Brasil, constituían una alternativa para los venezolanos dada la escasez que afecta al país desde que fueron paralizadas las importaciones por la falta de divisas. Sin embargo, esa opción también ha quedado sin efecto luego que la Superintendencia Nacional para la Defensa de los Derechos Socio Económicos (Sundde), comenzara a aplicar controles en los precios de venta al público.

Algunos comerciantes consultados y que prefirieron el anonimato por temor a represalias, manifestaron que la importación de alimentos fue una vía no sólo para mantenerse de puertas abiertas ante la crisis que les ha golpeado fuertemente, sino también para contribuir con la población que estuvo a merced de los llamados “bachaqueros”, quienes encarnaban la usura.

“Importar a dólar libre productos como arroz, pasta, azúcar, aceite y harina de trigo, por nombrar solo algunos, tiene su costo y algunos nos atrevimos a hacerlo para poder subsistir sin caer en la especulación, pero lo que intenta hacer el Sundde no tiene sentido porque lo único que logra es inhibir cualquier iniciativa que busque paliar el problema de la escasez”, comenta un comerciante barcelonés.

Al respecto Wael Raad, presidente de la Cámara de Comerciantes del municipio capital, refiere que en una oportunidad se habló acerca de la posibilidad de incentivar la importación de productos desde Brasil con participación de autoridades gubernamentales. No obstante, todo quedó en palabras, mientras se agudiza la escasez de alimentos porque nadie quiere trabajar a pérdida.

Este criterio fue compartido por el representante de Fedecámaras Anzoátegui, Héctor Luna, quien recientemente manifestó que los exagerados controles por parte del Estado, desestimula la actividad comercial, lo cual se traduce en mayor paralización y desabastecimiento.