“Maduro anuncia Gabinete de guerra”
El diputado a la AN, Omar González Moreno, estima que los cambios en el Tren Ejecutivo equivalen a una radicalización del régimen que intenta colocar en cuadros de dirección a sus hombres más "duros"
Niurka Franco
Lo que viene para Venezuela es una radicalización del comunismo que se viene dando desde hace más de 17 años y que eufemísticamente se ha denominado Socialismo del Siglo XXI.
Así se desprende de lo dicho por el diputado a la AN, Omar González Moreno, quien añade que no se necesita hacer un análisis muy profundo para deducir que el gobierno se propone la disolución del Parlamento.
El parlamentario no tuvo empacho al señalar que los movimientos en el Gabinete y en 11 carteras ministeriales, indican que vienen tiempos duros, como "duros" son los hombres designados para ocupar cargos de dirección en el gobierno, entre ellos el gobernador del estado Aragua, Tareck El Aissami, quien ahora asumirá la vicepresidencia de la República, Adam Chávez, quien estará en el despacho de Cultura, Aristóbulo Istúriz en las Comunas, Elías Jaua en Educación y Hugbel Roa en Educación Superior, Ciencia y Tecnología, entre otros, éste último afirma González Moreno, fue protagonista de un video que se tornó viral en las redes sociales, al captar el momento en que propinó un microfonazo en el rostro al diputado William Dávila en pleno hemiciclo.
Desde la perspectiva del dirigente político y parlamentario, ante los cambios ocurridos, la oposición y particularmente la MUD, deberá renovarse no sólo en cuanto a su integración, sino también en su estrategia, la cual no podrá seguir siendo la misma bajo ningún concepto.
Cree necesario que la AN asuma la destitución del presidente Nicolás Maduro, así como hacer valer su condición de Poder Legislativo, electo por el voto popular directo y secreto en diciembre de 2015.
Es claro al señalar que como Poder, el Legislativo es depositario del voto popular y en consecuencia, su actuación es legítima y no está supeditada a ningún otro Poder, por ello estima que debe actuar y tomar las decisiones que debieron ser asumidas en 2016, de cara a los rectores del CNE y la composición del TSJ.