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Leocenis García pide mantener el diálogo de lo contrario los presos políticos quedarán sin esperanza

Exhortó a los mediadores a no levantar la Comisión de Justicia y Paz de las mesas de negociaciones

Redacción

​El periodista y ex-preso político, Leocenis García, expresó este martes su opinión sobre la importancia del diálogo para la liberación de los presos políticos. Por lo que, exhortó a los mediadores a no levantar la Comisión de Justicia y Paz de las mesas de negociaciones.

En este sentido emitió un comunicado en el que aseguró que si se aborta la mesa, los privados de libertad quedarán sin esperanza.

“Le hemos hecho creer a la gente que no sentarse en la Mesa iba a resolver todos los grandes males que pueden existir en el país. Y no era cierto. El gobierno ha ganado tiempo, y nosotros lo hemos perdido”, agregó.

A continuación el comunicado completo

Aprendí hace tiempo que lo que causa problemas no es decir la verdad, sino ocultarla. Quería decir la verdad.

Venezuela tiene básicamente hoy tres problemas fundamentales, ellos son la explicación resumida de la situación de nuestro país.

Esos tres problemas son la inflación, un impuesto encubierto que mata más que cualquier guerra. La necesidad de la construcción de una economía libre que nos ahorraría los controles y las consecuencias que ustedes conocen mejor que yo, pues están en la calle, y yo llevo apenas tres días en libertad después de año y medio en prisión.

Esos controles han producido hambre. Nadie, duda esto.

Me tocó ayer ver una situación dramática, gente comiendo en la basura. Esta es una realidad que nos avergüenza a todos, y creo que debemos estar de acuerdo que nadie por mas opositor que sea, ni por más partidario del gobierno que sea, negará que esta es una situación que necesita un urgente concierto de todos.

El tercer problema, puede que algunos le parezca el menos importante, pero para mí es tan importante como los anteriores. Este tema también explica un problema mayor, y tiene que ver con el peso y el tamaño del Estado, es el de la judialización de la disidencia, y lo que nosotros reclamamos como prisioneros políticos. El gobierno dice que somos delincuentes, conspiradores, y personas detenidas.

Desde hace un año, en mi caso, mi defensa ejercida por la doctora GisellSoarez, se reunión con personalidades, con alguna autoridad gubernamental o sin ella. Todas fracasaron. Esas gestiones fueron desde la mediación del doctor Diego Arria, el señor secretario de la OEA, Luis Almagro, hasta la propia intercesión de la Defensoría del Pueblo, el doctor Hermán Escara y otras que no viene al caso nombrar. Repito, fueron gestiones muy apasionadas en la búsqueda del fin de mi liberación, pero todas ellas desoídas.

En el mes de septiembre, el presidente Zapatero, recibió a mis familiares y varios familiares de presos políticos. Fue una reunión muy franca y con las distancias ideológicas que son conocidas. El Presidente se comprometió, que habrían liberaciones y que él, intercedería ante el gobierno.

Días después ya con el concierto de la Santa Sede, la comunidad internacional, incluyendo la Unasur y la OEA, que pidió respaldar las gestiones de Mesa de Dialogo, aunque en lo personal prefiero llamarla Mesa de Acuerdos, se empezaron a dar liberaciones sobre este, repito tercer problema, el de privados de libertad por sus ideas. Rehenes.

Los primeros beneficiados fueron miembros de partidos como ustedes saben, fue el caso de Pancho y Gabo, cuyos propios familiares agradecieron la intervención de la Mesa de Acuerdos, y que pertenecen al partido Voluntad Popular. Luego se liberó a los activistas de Primero Justicia vinculados a la Alcaldía de Sucre.

También, fueron liberados los militantes de Acción Democrática, Alejandro Puglia y Coromoto Rodríguez, así como Carlos Melo de Avanzada Progresita. El último en salir perteneciente a un partido fue el ex candidato presidencial Manuel Rosales.

La gente pudiera decir que si esa Mesa no sirve para que la gente coma, entonces no sirve. Y yo creo que en esto tiene razón. Hasta ahora ha servido para las liberaciones de prisioneros políticos, y la única comisión que se mantiene realmente activa es la que discute el tema de presos políticos. Ahí el gobierno ha cedido ante las peticiones del señor Nuncio Apostólico, los mediadores de la Mesa de la Unidad Democrática y la Santa Sede.

Ahora bien, he visto con enorme horror, las declaraciones alegres de algunos voceros, o representantes judiciales de algunos liberados. En la política como en la vida, hay que tener cierta cordialidad cívica dentro de las diferencias.

Fue esa cordialidad cívica, la prudencia, lo que le permitió a Adolfo Suárez abrir España a la democracia con el concierto del propio franquismo. El ataque irracionalmente sistemático, la permanente descalificación de las personas y de cualquier tipo de solución con que se trata de enfocar los problemas del país, no son un arma legítima porque, precisamente, pueden desorientar a la opinión pública para que reclame soluciones mágicas. Y saben cuán caro hemos pagado eso, en el pasado. Ahí tienen las trágicas consecuencias de la anti política en 1998.

Qué es lo que se quiere ahora. Qué es lo que pretenden. ¿Que ahora , la única comisión que está funcionado se abandone?. Y queden ahí, sin esperanzas, nuestros hermanos que aún son rehenes en medio del conflicto. Ellos son humanos, son sobre todo seres amados por otros seres que los esperan. Son inocentes. En consecuencia, ellos merecen que se siga ahí, para que sean liberados todos. Tal postura equivale a la de un rehén que liberan sus secuestradores, y una vez en mano de las policías le pide que acribillen a todos, incluyendo los rehenes que quedaron en manos de los secuestradores.

La noche que me despidieron entre lágrimas varios presos, me repitieron que no los olvidaremos. Durante estos días he conversado con varios familiares, y todos ellos, creen que esa Mesa de Dialogo debe seguir hasta resolver su situación. Pregúntenle al padre de Vilca Fernández, a la madre de Loren Saleth, a la madre de Andrea González, al padre Dany Abreu o Carlos Pérez, si ellos quieren que nosotros nos enfoquemos en una guerra de descalificación, y pateando ahora la vía que nos dio la libertad, sólo porque nosotros ya salimos.

A mí no me preocupa tanto lo que las autoridades gubernamentales piensen de los presos políticos. Entiendo esto como parte del debate político. Lo que sí me horroriza es que, algunos les pidan a unos rehenes un sacrifico (más del que ya han dado), que ellos mismos no estarían a dar. Hay presos con boleta de excarcelación o sin juicio, privados de libertad más de dos años. Gente que legalmente ya tienen la opción de medidas tal es el caso de los policías metropolitanos,los hermanos Guevara, o el propio comisario Simonovis.

Si esta mesa se aborta ellos quedarán sin esperanza. Sería una falta de pragmatismo absurda.

Le hemos hecho creer a la gente que no sentarse en la Mesa iba a resolver todos los grandes males que pueden existir en el país. Y no era cierto. El gobierno ha ganado tiempo, y nosotros lo hemos perdido.

El dialogo es, sin duda, un instrumento válido para todo acuerdo pero en él hay una regla de oro que no se puede conculcar: no se debe pedir ni se puede ofrecer lo que no se puede entregar porque, en esa entrega, se juega la propia existencia de los interlocutores.

Exhorto a que los mediadores no se levanten de la comisión de Justicia y Paz. Así como, reconozco que los representantes del gobierno, escuchen nuestros alegatos, a pesar que consideran que no somos prisioneros políticos.

También, pido a ChuoTorrealba, al próximo Presidente de la Asamblea Nacional Julio Borges con el cual me comuniqué hace dos días , a tener el coraje de hacer lo correcto y no dejarse llevar por la emoción. No podemos reclamar la razón para la vida diaria, e invocar las pasiones para la política.

Los presos políticos no son números. Son historias. Es Loren Saleth, Gabriell Valles, Betty Grossi, Alejandro Zerpa, José García, Daniel Ceballos, YonGoicohea, Raul Emilio Baduel, Yvan Simonovis, y muchos otros.

En cuanto a los dos primeros problemas que señale. Es claro que la inflación la crean los gobiernos, no los empresarios. Está claro que quienes dicen que la oposición le da un suspiro al gobierno no tienen idea de lo que dicen.

En qué puede ayudar la oposición sentada en unas mesas de trabajo, donde plantee y recomiende la necesidad de recibir medicinas y comida a través de un canal humanitario, ir conjuntamente con la Asamblea Nacional en búsqueda de un crédito internacional, y la desregularización de la economía. La respuesta es evidente, en nada. Si el gobierno, no cambia el modelo, la situación no mejorará.

Ahora bien, si el gobierno cede, si la oposición ayuda con sus recomendaciones liberales a resolver la crisis. El mérito será de la oposición que habrá contribuido a la solución del principal problema del país. En Venezuela hay hambre. Ese día la gente sentirá que la oposición es más que una organización de agitación política. Verá que su proyecto es viable. Y eso se traducirá en su victoria electoral en un proceso electoral que debe salir como producto de un consenso urgente. Las elecciones no resuelven por sí mismas los problemas, pero son el paso previo y necesario para su solución.

Se corre el riesgo del gobierno, no escuche, que siga su marcha, su modelo interventor, los controles y exacerbando el gasto clientelar. En ese caso la oposición no habrá perdido nada. Y el gobierno será el único responsable de unos vientos huracanados latentes en la calle, que pueden, y van a terminar en tempestad. Y caminará como un ciego sin rumbo a una casa que arde en llamas.

Así que lo que la gente llama Mesa de Dialogo, es una realidad impuesta por las mismas circunstancias. La meta última es muy concreta. Que los gobiernos del futuro sean el resultado de la libre voluntad de la mayoría de los venezolanos. Pero la meta rápida, inmediata, es aliviar el hambre de la gente, y liberar nuestros presos políticos. Y cambiar el modelo colectivista que desde 1958 hasta 2016, fracasó exacerbado en los últimos años.

La realidad impone como primer deber el realismo, y ello me conduce a dos consideraciones finales. Primera, que el gobierno no tiene toda la fuerza, y lo sabe, sino no buscara dialogar. Y segundo la oposición tiene fuerza pero no tiene el poder político y militar, y lo sabe, caso contrario ya el gobierno no existiría.

LEOCENIS GARCIA

Presidente del Grupo 6to Poder

(Diario 6to poder, El Comercio, Revista Usex, 6to Poder Radio)