Estudiantes venezolanos se las ingenian para "torear" la crisis
José Luis González, un joven estudiante de ingeniería de gas decidió encarar la situación que le ha tocado vivir en Venezuela y todos los días se la juega vendiendo café para sobrevivir
Niurka Franco
La crisis por la que atraviesa el país no discrimina y si bien a algunos golpea con mayor fuerza que a otros, lo cierto es que todos los habitantes del país son víctimas de una u otra forma y a todos por igual toca sortear los obstáculos para salir adelante.
José Luis González forma parte de ese universo que cada día debe armarse de valor para encarar el día a día y según confiesa, sólo hizo falta una fuerte dosis de valentía y humildad para emprender su negocio: venta informal de café y cigarrillos.
Aunque en principio dudó en ofrecer su testimonio por considerar que la situación no está precisamente para confiar de buenas a primeras en alguien, poco a poco fue abriendo su testimonio, el cual es muy similar al de miles de estudiantes venezolanos.
“Estoy por presentar mi tesis de grado en la especialidad de gas dentro del área de ingeniería, pero ya puedo decir que terminé mi carrera”, confiesa orgulloso tras acotar que no ha sido fácil.
Cada día José Luis logra vender dos o tres termos de café y varias cajetillas de cigarrillos, los cuales vende por unidad a las puertas del centro comercial Puente Real, con los ingresos que le generan esta actividad informal, logra no solo cubrir sus gastos de alimentación, sino además los de sus estudios, incluyendo copias, material bibliográfico y uno que otro libro.
Testimonios similares fueron ofrecidos por los estudiantes Alejandra Díaz y José Pérez quienes también han logrado avanzar en sus carreras gracias a la venta informal de nestea en el núcleo Anzoátegui de la UDO.
“Hemos podido alternar la carrera con el trabajo y hasta ahora nos ha ido bien, dentro de lo que cabe, ninguno de los dos nos imaginamos que podríamos alternar los estudios con esta actividad, pero hasta ahora no nos ha quedado de otra y en medio de la inseguridad que rodea la UDO, hemos podido echar adelante como lo han hecho otros estudiantes. Las dificultades no tienen por qué determinar nuestro futuro”.