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Discurso de Maduro revela a un régimen que vive de espaldas al drama del pueblo

El secretario ejecutivo de la Unidad Democrática lamentó que “el único anuncio que el pueblo venezolano sí estaba esperando era la propuesta de un calendario electoral, "ni lo hizo ni lo hará"

Redacción

“El discurso de Nicolás Maduro pronunciado hoy en el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) estuvo muy lejos de ser una memoria y cuenta.  Fue un discurso político de baja calidad, lleno de lugares comunes y vacíos de información, pleno de ofensas y huérfano de ideas.  No reconoció ninguno de sus garrafales errores de 2016 ni arrojo luz alguna sobre el sombrío 2017”.

Así lo afirmó Jesús Chúo Torrealba, secretario ejecutivo de la Unidad Democrática, al lamentar que “el único anuncio que el pueblo venezolano sí estaba esperando, la propuesta de un calendario electoral, ni lo hizo ni lo hará.  Sera la lucha del pueblo la que deba arrancárselo”. 

Destacó el también activista social que “más allá de las palabras que pronunció, la sola presencia de Maduro en el TSJ, contraviniendo el texto constitucional que lo obligaba a estar en la Asamblea Nacional, demuestra que Venezuela es un país institucionalmente trancado, mientras el pueblo sufre por la inseguridad, la falta de alimentos y de medicinas”.

Para Torrealba “es insólito que alguien que dice ejercer la presidencia de Venezuela, presente un balance de 2016 y no hable de los tres únicos rubros en los que su gobierno alcanzó durante ese año un indiscutido liderazgo mundial: inflación, criminalidad y corrupción”.

Sobre las reiteradas alusiones que Maduro hizo al hoy frustrado proceso de diálogo, el vocero opositor recordó que “el mecanismo de diálogo que se intentó del 30 de octubre al 6 de diciembre de 2016 fue dinamitado por el incumplimiento oficial.  De hecho, cuando el secretario de Estado del Vaticano demandó, en comunicación de fecha 1ro de diciembre, el cumplimiento de los acuerdos, el gobierno respondió con una carta grosera y prepotente, acusando de ‘injerencista’ a la Santa Sede”. 

Ante esa situación “ese mecanismo de diálogo es una página cerrada que no se reabrirá, y cualquier posible diligencia futura en ese sentido sólo sería posible, como lo ha sugerido la Conferencia Episcopal Venezolana, si se define un nuevo formato que garantice a los venezolanos transparencia, confianza y sobre todo cumplimiento de lo acordado”, precisó Torrealba.

“Maduro habló desde el TSJ y no desde la AN porque allí contó con un auditorio complaciente que le permitió expresarse de manera soez contra sus adversarios.  Maduro habló desde una plataforma de enajenada prepotencia, desde una soberbia infinita, mientras la realidad del pueblo es el espanto continuado ante el costo de la vida, el imperio del hampa y la muerte por falta de medicinas”, agregó.

“Ese pueblo sufriente necesita hoy reactivar la economía, atender a las víctimas de la crisis humanitaria y reconstruir la convivencia social.  Para eso es urgente destrancar el país y para ello todos los actores debemos desarrollar conductas distintas a las que nos han traído a este punto muerto.  Pero lo que hoy vimos en el TSJ es más de lo mismo: el discurso de Maduro hoy expresa la misma política que desde el régimen ha trancado al país tanto en lo económico como en lo político.  Hoy es aún más claro que ayer que sólo con un gobierno de unidad nacional lograremos superar la crisis, y que sólo la lucha social de calle podrá activar la ruta electoral que nos lleve a ese cambio nacional, pasando por el cambio igualmente urgente en gobernaciones y alcaldías”, concluyó.