El Síndrome de las Piernas Inquietas afecta la calidad de vida de los venezolanos
23 de septiembre: Día Mundial del Síndrome de las Piernas Inquietas. En Venezuela no se conocen cifras oficiales de esta enfermedad. Se estima, por las estadísticas de otros países, que afecta entre un 5 y un 10 por ciento de la población
Nota de prensa
El Síndrome de las Piernas Inquietas (SPI) es un trastorno neurológico que se presenta al descansar, acostarse o dormir, en el cual la persona que lo padece sufre sensaciones desagradables en las piernas que le generan una necesidad de moverlas repetidamente. También pueden presentar movimientos involuntarios de las piernas. Existen diferentes grados, hay desde quienes experimentan síntomas leves y ocasionales, hasta casos realmente severos.
En Venezuela no se conocen cifras oficiales de esta enfermedad. Se estima, por las estadísticas de otros países, que afecta entre un 5 y un 10 por ciento de la población, y muchos no llegan a consultar a un médico.
Con motivo a celebrarse el 23 de septiembre el Día Mundial del Síndrome de las Piernas Inquietas, el Dr. Krikor Postalian, neurólogo del Centro Médico de Caracas, manifiesta que esta patología afecta gravemente la capacidad de conciliar y mantener el sueño y, por ende, la calidad de vida del paciente.
Sensaciones de sacudidas, ardor, hormigueo, dolor, palpitaciones, molestia, picazón en las piernas son algunos síntomas. Para calmar el malestar, los pacientes con SPI deben mover constantemente las piernas, levantarse o caminar. “Al no lograr dormir bien se ve afectada su vida diaria: sienten cansancio, falta de atención a sus quehaceres, poco rendimiento en el trabajo o escuela y sufren de somnolencia diurna”, explica el especialista.
Causas del SPI
En la mayoría de los casos es idiopático, se desconoce su causa. En otros, puede ser debido afactores genéticos, antecedentes familiares, bajos niveles de hierro o anemia. Asimismo, el neurólogo del CMC explica que estudios han descubierto una asociación del SPI con enfermedades crónicas como insuficiencia renal, diabetes, mal de Parkinson o neuropatía periférica.
Diagnóstico y tratamiento
El diagnóstico de este trastorno es poco frecuente y, a veces, se pueden atribuir los síntomas al estrés, insomnio o estados de nerviosismo.
“Los pacientes con SPI deben realizarse exámenes de sangre para descartar anemia, déficit de hierro, enfermedad renal o diabetes. Asimismo, –recomienda el especialista- una electromiografía y estudios de conducción nerviosa para la neuropatía periférica”.
Para aliviar los síntomas se requiere de atención médica y de cambios en el estilo de vida del paciente. Los medicamentos más utilizados son dopaminergicos, benzodiacepinas y anticonvulsivantes. Además, suplementos vitamínicos que corrijan las deficiencias de hierro.
El café, alcohol, cigarrillo y algunos medicamentos pueden agravar los síntomas, por lo tanto es necesario eliminar su consumo. Otras medidas como tomar baños calientes antes de dormir, ejercicio moderado durante el día y masajes en las piernas, pueden aliviar los dolores.