Hospital Razetti vive las carencias de un nosocomio en tiempos de guerra
La diputada Oneida Guaipe, miembro de la Comisión de Salud de la AN está convencida de que el gobierno no tiene la voluntad de poner fin a la crisis humanitaria, porque ni siquiera reconoce su existencia
Niurka Franco
Para poder resolver un problema, es necesario en principio reconocer su existencia, para luego buscar la manera de enfrentarlo, afirma la diputada Oneida Guaipe, representante de Anzoátegui en la Asamblea Nacional, quien advierte que la solución a la crisis existente en el sector Salud, pasa necesariamente por un cambio de gobierno.
Desde la perspectiva de la parlamentaria socialdemócrata, la situación del principal nosocomio de Anzoátegui es similar a un cuero seco que si se pisa por un lado se levanta por otro y en el centro están los pacientes muriendo de mengua.
Señala que todas las áreas están colapsadas, mientras las autoridades regionales se distraen en remodelaciones y aplicación de paños calientes que no alivian en nada las calamidades de los pacientes.
Es el caso según refiere de quienes padecen cáncer y han estado esperando durante meses por la asignación de especialistas (oncólogos), pero a su vez advierte que éstos deben contar con condiciones mínimas para trabajar, entre ellas, medicinas, insumos y equipos.
“De qué sirve tener a uno o dos oncólogos que pasen consulta dos veces por semana y que vengan solo a entregar un récipe a los pacientes y a infundirles ánimo porque no cuentan ni siquiera con los medicamentos para aplicar un tratamiento completo”.
La parlamentaria admite que tanto ésta como otras situaciones han sido planteadas en el seno de la AN a través de la Comisión de Salud y quienes tienen la responsabilidad de dar respuestas no lo hacen porque no reconocen la existencia del problema, aun cuando la población continúa menguando.
“Cerraremos 2016 con índices de muerte materna por el orden del 60% porque aquí han sido eliminados todos los programas de asistencia a las madres en estado de gestación y las mujeres embarazadas no consiguen calcio ni hierro, ni ácido fólico ni ningún medicamento para lograr que su bebé y ellas misma puedan estar sanos”.
Cierra la parlamentaria refiriendo que ésta es otra de las razones por las que la población debe participar sin miedo en la marcha de Caracas el 1S, por el derecho a la salud , pero además por el respeto a la vida que a su juicio, está siendo vulnerado.