“Venezuela se debate entre el hambre y la estanflación”
Benito Gómez, ex presidente de la Federación de Colegios de Administradores de Venezuela y catedrático, de la Universidad Gran Mariscal de Ayacucho estima que el segundo semestre del año será mucho más crítico que el primero
Niurka Franco
Echar un vistazo por el sector de la Maestranza en Barcelona o por Sigo la Proveeduría, permite asimilar la realidad cruda y dolorosa que vive el país, donde la escasez obliga a la población a hacer colas gigantescas durante horas para poder comprar comida.
Desde la óptica del catedrático Benito Gómez, ex presidente de la Federación de Colegios de Administradores de Venezuela, el país está viviendo un proceso de estanflación muy peligroso porque no hay perspectivas de mejora, por el contrario, cada día se elevan los factores que complican la situación.
Según el catedrático de la Universidad Gran Mariscal de Ayacucho la estanflación es lacombinación de inflación y decrecimiento económico. Cuando se mezclan estos dos conceptos son devastadores para la economía.
Estima que esta situación ligada al cierre de empresas y a la paralización del aparato productivo, dibuja un preocupante panorama para el segundo semestre del año, cuando por lo general la población se prepara para la temporada decembrina, época en la que por tradición aumenta el flujo monetario por el pago de aguinaldos y utilidades, así como aumenta la demanda de bienes y servicios.
Advierte que a partir del mes de septiembre, el panorama se tornará aún más crítico, entre otras razones por la escasez de alimentos, medicinas, repuestos, entre otros, lo cual genera preocupación y desasosiego en la población.
Ejecutivo y Legislativo deben ponerse de acuerdo
Para Benito Gómez la situación de confrontación entre Nicolás Maduro como presidente de la república y Henry Ramos Allupen el Legislativo debe cesar para facilitar la búsqueda de acuerdo y enrumbar el país hacia la productividad. “Tiene que haber una forma de negociar en el buen sentido de la palabra, porque en medio de la contienda, está el pueblo muriendo de hambre”.
Como una forma de representar la grave situación que existe en materia de alimentación, sostuvo que en el país estaba prevista la siembra de 300 mil hectáreas de arroz, pero se logró sembrar 120 mil hectáreas, lo que resulta absolutamente insuficiente, máxime cuando en el país no hay divisas para importación a raíz de la caída en los precios del petróleo.