Wael Raad, presidente de la Cámara de Comerciantes e industriales de Barcelona, afirma que 30% de los afiliados al entre gremial permanecen abiertos en un acto heroico porque todas las condiciones le son adversas

Niurka Franco

La crisis que afecta a los diversos sectores productivos del país se profundiza y los empresarios del sector comercio no son la excepción, según Wael Raad, presidente de la Cámara de Comerciantes e industriales de Barcelona, 30% de los afiliados a ese ente empresarial está a punto de cierre por descapitalización . “Si todavía no han bajado sus santamarías, es porque son unos héroes” sostiene.

De acuerdo con la narración de Raad, la época de vacaciones escolares imprimía cierto dinamismo al sector, bien porque muchos decidían disfrutar en familia de unas merecidas vacaciones, o porque iniciaban las compras para el nuevo año escolar, pero en la actualidad ni lo uno ni lo otro.

“Las ventas han caído al máximo y la capacidad de reposición de inventarios es prácticamente nula, los comerciantes manifiestan que están descapitalizados porque la inflación aumenta cada día, en consecuencia nadie compra, aunque se hagan esfuerzos por dar facilidades de pago, las familias tienen como prioridad la alimentación y gastos médicos, ropa y calzado ha quedado en el último plano”.

El representante de los comerciantes del municipio capital afirma que con la breve gestión de Miguel Pérez Abad en la vice presidencia del Ministerio para el área económica se habían planteado algunas alternativas que lucían interesantes, entre ellas la creación de una empresa con miras al abastecimiento de materia prima para productores nacionales, utilizando el aporte de divisas de los propios empresarios. Sin embargo, la sorpresiva salida de Pérez Abad, echó por tierra las expectativas que se habían generado.

Aunque en la actualidad no se sabe qué rumbo tomará la actividad económica nacional, lo cierto según el dirigente gremial, es que cada día el sector comercio está más golpeado por medidas como controles indefinidos, inseguridad y total falta de incentivos, lo que dibuja un panorama sombrío para este segundo semestre del año.