El Mercurio Web | Noticias, Información y Análisis

View Original

El azúcar desapareció de los mercados anzoatiguenses

​Sólo revendedores ofrecen el producto a precios especulativos. “Hasta en 3 mil bolívares por kilogramo exigen bachaqueros en la vía pública y de manera descarada”, comenta una usuaria

Redacción

Entre los tantos productos que desaparecieron de los anaqueles de abastos y supermercados, el azúcar es uno de los más buscados. “Vendo café para poder rebuscarme y desde hace un año tengo que zanquearla porque no se consigue y la que aparece cuesta hasta 3 mil bolívares el kilo”, comenta Rolando Acostal, quien afirma que el papelón está igual de caro y hasta más.

Un recorrido por establecimientos comerciales de asiáticos en Lechería y Barcelona permitió constatar que ni siquiera ellos, que eran los mejores abastecidos cuentan con azúcar. No hay ni para remedio. “Hace mucho que no nos llega” expuso la encargada de un abasto de chinos en la avenida principal de Lechería.

En algunas panaderías de Barcelona, expendedores de café en barra señalaron que se han visto en la necesidad de colocar avisos advirtiendo a los clientes que no cuentan con azúcar para el café. “Algunos lo compran y lo toman aun sin azúcar, es lo que hay porque no se consigue azúcar y encima está muy cara, en cuánto vamos a vender un café”, se pregunta el empleado de una panadería en la avenida Costanera.

Algunos usuarios se quejan, pero reconocen que se trata de una situación país. “Cada día estamos más limitados, esto que ocurre es un verdadero drama, ya ni siquiera un cafecito sabroso podemos tomarnos, porque encima de que caro, también sin azúcar”, aseveró Yuraima González, quien entre chanza y risas precisó: “La dieta Nico light nos tiene a todos en forma de gancho”.

Entre tanto Teresa Gutiérrez manifestó su disgusto por haber tenido que comprar un kilo de azúcar en 3 mil bolívares”, eso es un robo y tuve que comprarla porque no puedo darle a mis hijos el tetero sin endulzar, precisó mientras fustigaba el hecho de que las autoridades policiales no se mantengan en forma permanente en la calle, para controlar la usura. “Es el pueblo contra el pueblo”, dijo.