Aumenta 900% el precio de la harina de maíz
La Superintendencia también incrementó el precio del pollo, que pasó de 65 a 850,37 bolívares el kilo (13 veces más)
Con información de AFP
El precio de la harina de maíz -ingrediente base de la arepa, plato típico de Venezuela- fue aumentado el lunes un 900% el kilo, dentro de una actualización de precios para incentivar la producción y reducir la grave escasez de alimentos básicos.
Congelado desde hacía 15 meses, el precio por kilo de este producto básico en la dieta del venezolano pasó de 19 a 190 bolívares (19 dólares a una tasa reservada por el Gobierno para la importación de alimentos y medicinas), informó la Superintendencia de Precios Justos.
En Venezuela, el Gobierno socialista aplica un férreo control de precios sobre los alimentos y otros bienes de primera necesidad y servicios, que según los empresarios, ocasiona que no se cubran los costes de producción y tengan que trabajar a pérdida.
La harina es uno de los productos de la canasta familiar que más escasea, por lo que la Asociación Venezolana de Industriales de Harina de Maíz venía reclamando un ajuste de precios.
El país petrolero tiene la inflación más alta del mundo: 180,9% en 2015 y proyectada de un 700% por el Fondo Monetario Internacional para 2016.
La Superintendencia también incrementó el precio del pollo, que pasó de 65 a 850,37 bolívares el kilo (13 veces más). Este valor también estaba congelado desde el 20 de febrero de 2015.
El vicepresidente de Economía, Miguel Pérez Abad, anunció a comienzos de mayo una actualización de precios de productos regulados que reconocerá estructuras de costes a los empresarios.
La denominada 'Ley de Precios Justos' fija un margen máximo de rentabilidad del 30% para todos los bienes y servicios. Pero en el caso de alimentos y medicinas, el ministro dijo en una reciente entrevista con la AFP que se "comprimieron" esos porcentajes a entre 14 y 20 puntos de ganancia.
El Gobierno espera que los nuevos precios -y recientes modificaciones en la política cambiaria- ayuden al flujo de materias primas para reanimar la actividad industrial, que según el principal gremiodel sector, tiene ocioso el 55% de su capacidad productiva por falta de divisas, incertidumbre política y los cortes eléctricos.
La crisis económica se ha visto agravada por la caída del precio del petróleo, generador del 96% de las divisas en este país dependiente de las importaciones.