Rafael Narváez: “El Referendo Revocatorio es un derecho humano que no se puede vulnerar”
Emplazó al Defensor del Pueblo, Tarek William Saab, a garantizarle a la ciudadanía la realización de la consulta para decidir si revocan o no el mandato al presidente Nicolás Maduro
Redacción
Para el Defensor de Derechos Humanos y ex diputado nacional Rafael Narváez, la realización de un Referendo Revocatorio tal como lo planteó la oposición venezolana, es un derecho constitucional establecido en el artículo 70 de la Carta Magna, y no hay funcionario público que pueda impedir su realización, ya que es parte de las garantías políticas y civiles de las cuales gozan los venezolanos.
Narváez señaló que ante la grave crisis que atraviesa el país, los venezolanos que buscan “desesperadamente” alimentos y medicinas; además se enfrentan a una realidad en la cual el Estado y Gobierno venezolano no garantiza el derecho a la vida y es indolente e incapaz de frenar las muertes violentas y el control ejercido por el hampa, necesitan una salida de esta situación, que se haga por la vía pacífica y se fortalezca el sistema democrático.
Señaló que la realidad política actual en la cual el Tribunal Supremo de Justicia excede sus funciones y limita la labor del poder legislativo, el cual calificó como el único que goza de legitimidad ciudadana, y de un Presidente que elige cuales leyes son viables o no, además de poderes públicos subordinados al poder central, le coartan a los venezolanos la posibilidad de salidas pacíficas y lo sumergen aún más en el sistema de carencias de bienes y servicios básicos para tener calidad de vida.
En ese sentido, emplazó al Defensor del Pueblo, Tarek William Saab, a “abandonar la oficina” y salir a las calles a recorrer colas y garantizar la realización del Referendo Revocatorio ya que esto formaría parte de sus funciones como garante de Derechos Humanos. De igual forma, le conmino a recorrer las innumerables colas por alimentos y medicinas, a recorrer hospitales y constatar la realidad.
“Hay una situación grave, la ciudadanía ha desbordado su tolerancia y aguante. Hay crisis económica, el salario se convierte en sal y agua y no alcanza para comer, la gente clama acción pacífica. No hay alimentos ni medicamentos y hay colas hasta por operaciones quirúrgicas; neonatos muriendo. Una salud colapsada y un Estado distraído en mantener un gobierno que se divorció del sentir popular y es indolente al ver caer personas a causa del hampa” reflexionó.