Arabia Saudita se prepara para el final de la era del petróleo con un megafondo de $2 billones
A casi 80 años de que se descubriera petróleo por primera vez en Arabia Saudita, Los planes apuntan a transformar al mayor exportador de crudo del mundo en una economía adaptada a la nueva era
Con información de Bloomberg
Mientras en Venezuela la caída de los precios petroleros ha motivado al gobierno nacional a declarar un polémico decreto de emergencia económica que ha sido rechazado en dos oportunidades la Asamblea Nacional y el Tribunal Supremo de Justicia se ha encargado de legitimar.
El gobierno argumenta que este decreto de emergencia le permitirá sortear la crisis económica que mantiene a los venezolanos haciendo largas colas para procurarse los cada vez más escasos y costosos productos, a pesar de el país haber disfrutado una larga bonanza petrolera por la cual le ha correspondido administrar más de Un millón de millones de dólares en 17 años, de los cuales ahorraron en el Fondo de Estabilidad Económica (FEM) solo 800 millones de dólares y multiplicaron la deuda externa por 10.
La nota de Bloomberg reseña en contraste, la visión de Arabia Saudita para manejar su estratégica industria.
Nota completa:
Arabia Saudita se prepara para el ocaso de la era del petróleo con la creación del fondo soberano de inversión más grande del mundo para los activos más preciados del reino.
En una conversación de cinco horas, el príncipe heredero sustituto Mohammed bin Salman expuso su visión del Fondo Público de Inversión (PIF, por sus siglas en inglés), que en el futuro controlará más de US$2 billones y contribuirá a terminar con la dependencia del reino del petróleo. Como parte de esa estrategia, el príncipe dijo que los saudíes venderán acciones en la sociedad controlante de Aramco y transformarán al coloso petrolero en un conglomerado industrial. La oferta pública inicial podría tener lugar ya el año que viene. El país actualmente planea vender menos del 5 por ciento.
“Realizar una OPI de Aramco y transferir sus acciones al PIF hará que técnicamente las inversiones, y no el petróleo, sean la fuente de ingresos del gobierno saudita”, declaró el príncipe en una entrevista en el complejo real de Riad que terminó a las 4 de la mañana del jueves. “Ahora lo que resta es diversificar las inversiones. De modo que, en veinte años, seremos una economía o un estado que no dependerá principalmente del petróleo”.
A casi ocho décadas de que se descubriera petróleo por primera vez en Arabia Saudita, el hijo de 30 años del rey Salman apunta a transformar al mayor exportador de crudo del mundo en una economía adaptada a la nueva era. Conforme su estrategia toma forma, la velocidad del cambio podría conmocionar a una sociedad conservadora acostumbrada a décadas de dádivas del gobierno.
Comprar a Buffett y a Gates
La venta de Aramco, o Saudi Arabian Oil Co., está planeada para 2018 o incluso un año antes, según el príncipe. El fondo después tendrá un papel importante en la economía ya que invertirá en el país y en el extranjero. Sería lo suficientemente grande como para comprar Apple Inc., la sociedad controlante de Google Alphabet Inc., Microsoft Corp. y Berkshire Hathaway Inc., las cuatro compañías que cotizan en bolsa más grandes del mundo.
El PIF en última instancia planea aumentar el porcentaje de inversiones extranjeras del 5 por ciento del fondo en la actualidad al 50 por ciento en 2020, dijo Yasir Alrumayyan, secretario general del directorio del fondo.
Este proyecto de cambio estructural sigue a una serie de medidas tomadas el año pasado para reducir el gasto y evitar que el déficit de presupuesto supere el 15 por ciento del producto interno bruto. A fines de diciembre, las autoridades elevaron el precio del combustible y la electricidad y prometieron terminar con los gastos de presupuesto poco económicos después de que se desplomaran los precios del petróleo.
“Estamos trabajando para aumentar la eficiencia del gasto”, señaló el príncipe Mohammed, que es el segundo en la línea de sucesión al trono. El gobierno solía gastar hasta un 40 por ciento más de lo asignado en el presupuesto y ese porcentaje se redujo al 12 por ciento en 2015, agregó. “Por lo tanto, no creo que tengamos un gran problema en lo que se refiere a los precios bajos del petróleo”.