La grave crisis que afecta al país en todo sentido, ha hecho que las protestas en esta entidad se multipliquen, mientras problemas como la escasez, alto costo de la vida, inseguridad y deficientes servicios parecen no tener solución

Niurka Franco

“En este país la población ha perdido todo, hasta el miedo y vamos a agarrar calle, porque ya esto no se aguanta, refiere a viva voz una mujer sesentona desde una kilométrica cola para comprar alimentos en un establecimiento ubicado en las afueras de Barcelona.

Su comentario fue seguido por el de otros, quienes abiertamente se quejaron por la falta de alimentos y a modo de chanza daban vivas al presidente Nicolás Maduro.

Un vistazo a las redes sociales y medios de comunicación, permite corroborar que la crisis va más allá del alto costo de la vida, la escasez y la inseguridad. Los problemas tocan de cerca lo humano y todo indica que la crisis es también moral.

Mientras en Anzoátegui se producen protestas en diversos sectores como consecuencia de la falta de alimentos, inseguridad, deficiencia en la prestación de servicios, como el caso del transporte marítimo, entre otras calamidades, en elestado Bolívar, los habitantes de Tumeremo se mantienen en la calle desde hace varios días, ante la desaparición de 28 mineros, supuestamente masacrados.

Desde el terminal marítimo de Puerto La Cruz, el cual se encuentra colapsado por la falta de buques en la Nueva Conferry, expropiada hace algunos años, Eucario Caldero fue vocero de sus compañeros de trabajo.

Sostuvo que las condiciones en las que se encuentran desde hace tres semanas, son infrahumanas, en tanto que en Nueva Esparta, empleados de la naviera hoy socialista también alzaron su voz, cansados de observar silentes el deterioro de las condiciones laborales de unos 1000 trabajadores directos.

La Mesa de la Unidad Democrática decidió este martes activar la calle de forma pacífica para la salida constitucional de Nicolas Maduro, “ sin capuchas, sin piedras ni botellas”, no obstante, antes de que se produjera esta decisión ya la población al menos en Anzoátegui ha estado en la calle, demandando sin éxito solución a los múltiples problemas que le afectan a diario.