Médicos venezolanos conmemoran su día sin ánimo de celebración
El presidente del Colegio de Médicos del estado Anzoátegui, Arquímedes Velásquez afirma que es imposible celebrar cuando en el país existe una crisis humanitaria
Niurka Franco
El presidente del Colegio de Médicos de Anzoátegui,Arquímedes Velásquez asegura que este 10 de marzo, día del médico, el gremio notiene motivos para celebrar, porque nunca como ahora el sector salud habíaestado tan mal.
“Lo único que podemos hacer es conmemorar lasfecha en honor al insigne Dr. José María Vargas, cuyo ejemplo ha sidofundamental para los profesionales de la medicina”.
El dirigentegremial asegura que la crisis abarca atoda la red hospitalaria, donde escasea hasta el agua, pero también las condicioneslaborales de los profesionales de lamedicina, quienes además de percibirsalarios precarios, deben lidiar con la inseguridad en sus sitios de trabajo.
Advierte que almenos 70% de los nuevos egresados de lasuniversidades ha emigrado o está por irse del país ante las críticascondiciones actuales.
“Es muy lamentableque el sector salud esté tan enfermo enun país que ha contado con cuantiosos recursos, como para tener a la poblaciónrosagante”, afirma Rosiel Pérez, empleadade un centro ambulatorio en el que segúnrefiere, falta hasta el aire.
También elestudiante de medicina, Juan Carlos Badaoui, cursante del último año de medicina cree que no es fácil para quienes están enpleno proceso de formación, avanzar mientras observan las condiciones del sectorsalud y la precariedad en la que deben laborar sus futuros colegas.
El estudiante ydirigente juvenil de Voluntad Popular sostiene que en el Hospital Luis Razetti de Barcelona, el comedor no funciona desde hace cuatro meses“.
“Los familiares delos pacientes deben asumir los costos dela alimentación que ascienden a 7 mil bolívares diarios”, señala, acotando quees inhumano, tomando en cuenta que el salario mínimo apenas si supera los 11mil bolívares.
Según explica, lasituación se torna más calamitosa cuando a la falta de medicamentos e insumos, se suma elhecho de que muchas veces los pacientes deben quedarse solos, incluso cuando setrata de niños, porque los familiares deben hacer un periplo por cualquier número de farmacias en busca de tratamientose insumos.
Afirma que aun cuandoen el discurso desde el Gobierno se dice que la salud es un sector prioritarioy gratuito, en la práctica no es así. “Lo único gratuito que tiene la poblaciónes la muerte, nada más”, asegura.