​El billete de mayor denominación en nuestro país cada día está más devaluado, al punto que hoy son muy pocas las cosas que se pueden adquirir con él

Niurka Franco

Con la boca abierta quedó Mariana Márquez, cuando después de pedir un guayoyo pequeño en una panadería, tuvo que pagar 100 bolívares.

En el mismo recinto, Andrea González se quejó por haber tenido que pagar 3 mil 400 bolívares por pan, jamón y queso para la cena de su grupo familiar, compuesto por tres personas.

Y no es para meno, inflación actual supera con creces el 200% y la consecuencia es que el billete de 100 bolívares perdió 95% de su valor.

“Dentro de poco tendremos que salir a comprar comida con un saco de plata, porque 100 bolívares no es nada, aunque ganárselos cuesta sangre y sudor”, apunto González.

Si algo está claro para el venezolano de a pie, es que cada día la pobreza gana espacio, en tanto que no existe manera de detener la pérdida del poder adquisitivo.

Frente al salto de los precios casi a diario, voceros del oficialismo señalan que la situación obedece a la cotización del dólar paralelo.