La angustia reinó este jueves debido a que los ciudadanos no sabían qué hacer con los billetes condenados a desaparecer, mientras abastos, panaderías y otros comercios, se negaron a recibirlos

Niurka Franco

El vencimiento del plazo para el canje de billetes de 100 bolívares generó un verdadero caos porque los ciudadanos no encontraban manera de deshacerse de “los marrones”, condenados a desaparecer pero sin que todavía circule el nuevo cono monetario.

“Esto es una locura, sólo a un gobierno de improvisados se le puede ocurrir invalidar el billete de mayor denominación sin que tengamos la posibilidad de contar con otro que nos permita movilizarnos en el comercio”, afirma María Peña desde una larga fila en una entidad bancaria de Barcelona.

Al respecto, el presidente de la Cámara de Comerciantes e Industriales del municipio capital, Wael Raad, sostiene que el gobierno involucró al pueblo en este desastre, obligándolo a permanecer todo un día en cola, sin comer ni beber e incluso pasando calor, para poder canjear o depositar los billetes de 100 bolívares.

El dirigente gremial criticó el que todavía no haya sido incorporado al curso legal, el nuevo cono monetario y que además los cajeros continúen dispensando los “temidos” billetes de 100 bolívares, obligando a muchos a tener que pagar la penitencia de hacer fila para devolverlos.

Raad aclaró que no todos los establecimientos estuvieron negados a recibir los billetes de 100. “En el caso nuestro (Bulevar de Barcelona), las zapaterías, tiendas de ropa y otros, estuvimos abiertos a las compras sin restricción alguna, como una forma de mejorar las ventas, tomando en cuenta que este mes, que en otra época era uno de los mejores, hemos tenido una caída estrepitosa en la actividad”.

El representante de los comerciantes capitalinos asegura que será cuesta arriba poder mantenerse de puertas abiertas con la grave crisis que atraviesa la economía nacional. “Muchos negocios estarán cerrados el primer trimestre de 2017 y solo si ocurre el milagro de un cambio en materia económica y cambiaria, abrirían a partir de abril”.

Adelanta que será muy difícil poder reponer inventarios después de la debacle actual, sobre todo por la arremetida del Sundde, el cual obliga a los comerciantes a tener que vender por debajo de los costos.