“Venezolanos han olvidado lo que es comer balanceado”
Verónica Aladejo afirma que en su casa se decide por consenso qué comida sacrificar, si la cena o el desayuno
Niurka Franco
La escasez de alimentos que afecta al venezolano de a pie, es tal que muchos hogares deciden mediante acuerdo entre sus integrantes, cuál de las tres comidas debe ser sacrificada en aras de rendir el presupuesto.
Tal es el caso de la familia Aladejo, cuyos miembros (5 en total), han acordado no desayunar para poder almorzar y cenar. “Tuvimos que llegar a esa decisión porque en ocasiones, llegábamos a pasar todo un día a fuerza de agua, porque se nos agotó toda la comida y el dinero”.
Nuestra interlocutora confiesa que no ha sido fácil, sobretodo porque en el grupo familiar hay un adolescente de 16 años que vive con apetito y es difícil controlar su ansiedad. “Hemos tenido muchas conversaciones para hacerle saber que no se trata de una circunstancia eterna, pero mientras persista, tenemos que organizarnos para no pasar hambre”, afirma Verónica, quien debe hacer malabares para rendir su salario mínimo.
Similar situación es vivida por Aura Martínez, quien asegura que en ocasiones se ven obligados a comer pasta todos los días durante una semana, y que un kilo de este producto debe alcanzar para alimentar a tres personas durante 7 días.
“Compramos pasta, arroz o harina de maíz para acompañar la proteína cuando tenemos, pero nunca combinamos, siempre esperamos para comprar una vez que se agota lo que tengamos en existencia”.
Este régimen de alimentación no es precisamente el más saludable, pero de acuerdo con las personas consultadas, es la única opción que les queda en momentos en los que no se consigue prácticamente ningún alimento en los automercados y por el contrario, comprarlos implica tener que hacer un peregrinar por infinidad de establecimientos.