Jóvenes de Anzoátegui deben sortear miles de obstáculos para salir adelante
Nathaly Azócar, Coordinadora de Voluntad Popular en Barcelona, interactuó con muchachos del municipio capital, que a pesar de las vicisitudes, tienen metas de estudio y de superación
Niurka Franco
“Con la venta de aproximadamente 25 arepas diarias, espero poder reunir lo suficiente como para iniciar el próximo año mi carrera de ingeniería en la universidad”, afirma Jualimar, una joven de 19 años que intenta salir de la crisis en la que se encuentra su familia, al igual que el país, ofreciendo arepas rellenas en el Boulevard de Barcelona.
Al igual que esta joven muchacha, muchos otros vendedores ambulantes se esfuerzan por cambiar su realidad, entre ellos destaca Pedro, quien portando su Biblia, y aprovechando que las ventas no están precisamente arriba, invierte el tiempo ofreciendo la Palabra de Dios a otros buhoneros, a quienes alienta manifestando que vienen bendiciones para Venezuela.
Nathaly Azócar realizó un intercambio de ideas este viernes en el paseo comercial capitalino, donde según explica pudo constatar que muy a pesar de los problemas como la escasez, inflación e inseguridad, los jóvenes mantienen vivo su deseo de cambio y de avance. "Fuerza y fe son su lema" asegura".
Sostiene que es gratificante poder visualizar que estos muchachos al no contar con el apoyo de las autoridades, sean alcaldes, gobernador o con el propio presidente de la República, salen adelante. "Su confianza únicamente en Dios, y por eso redoblan el esfuerzo".
Expresa la dirigente local, que cada día es mayor el número de personas con edades comprendidas entre 18 y 30 años, que manifiestan su deseo de convertirse en emprendedores para poder sortear la grave situación actual. “Ellos están conscientes de que la prioridad de las autoridades hoy no es resolver los problemas que padece la gente, y por eso tratan de concretar salidas sin tener que recurrir a ninguna autoridad porque saben que no encontrarán respuesta".
Durante su recorrido por el Boulevard 5 de julio, la joven dirigente de VP, recibió las quejas, tanto de comerciantes formales como informales, en torno a la oscuridad e inseguridad que reina en el lugar y que les mantiene en vilo a partir de las 6 de la tarde, cuando todos deben recogerse e intentar ponerse a salvo.