Fernando Martínez Mottola y Tony Marzuka Baddour recibieron la Orden “Ernesto Mayz Vallenilla”
Universidad Simón Bolívar reconoce la excelencia de sus egresados. En la edición 2016, el galardón fue recibido por dos egresados que se han destacado en forma pública, notoria y sobresaliente en el ámbito profesional y académico
Nota de prensa
Los egresados de la Universidad Simón Bolívar (USB) son reconocidos como embajadores de la calidad y excelencia características de esta casa de estudio. En virtud del papel que desempeñan, en el año 2014 el Consejo Directivo de la USB aprobó las iniciativas de la Asociación de Egresados de la USB (AEUSB) y creó la Orden “Ernesto Mayz Vallenilla”, nombre que recibe en honor a la labor dedicada, meritoria y trascendente de la gestión rectoral liderada por el Prof. Ernesto Mayz Vallenilla.
En la edición 2016, el galardón fue recibido por dos egresados que se han destacado en forma pública, notoria y sobresaliente en el ámbito profesional y académico, y representan a cabalidad los valores de calidad, excelencia, responsabilidad y creación de futuro, que rigen en la USB: los ingenieros Fernando Martínez Mottola y Tony Marzuka Baddour, a quienes se les otorgó un diploma y una escultura esculpida en vidrio por la artista plástica Mónica Cárdenas.
El acto dio inicio con las palabras del Prof. Cristian Puig, secretario de la USB, quien comunicó que la Orden Ernesto Mayz Vallenilla se creó con el objeto de reconocer la excelencia profesional y el aporte destacado a la sociedad de los egresados uesebistas a lo largo de su carrera, tanto dentro como fuera de Venezuela.
Por su parte, el rector de la USB, Enrique Planchart, expresó que la USB nació con vocación de excelencia. “La excelencia se mide a través de los egresados, y los nuestros han demostrado que tienen una capacidad extraordinaria y una fuerte formación como ciudadanos y profesionales. Tengo la esperanza de que pronto cambie la situación en Venezuela y ellos puedan regresar a cumplir con la función que nosotros soñábamos: ayudar a construir un país moderno, un país feliz”.
“En la USB nos unen valores y principios, la pasión por la excelencia, el gusto por el trabajo bien hecho y de calidad, la convicción de que para superarnos dependemos de nuestro propio esfuerzo. Nos une el compromiso con Venezuela”, así lo expuso Catalina Ramos, presidente de la AEUSB.
Destacó que, a pesar de la dificultad por la cual ha venido atravesando la USB, se ha activado un trabajo en conjunto con las autoridades para buscar soluciones puntuales que contribuyan a minimizar el impacto de la crisis. Algunas de ellas son los programas Volver a la Simón, que coordina Euler Jiménez, egresado de Licenciatura en Química, y Programa de Becas Aquiles Nazoa.
“Sin embargo, tenemos muchos retos que escapan de lo académico, pero que son parte del modelo de formación que nuestra universidad ha llevado a cabo desde su fundación. Para poder alcanzarlos es necesario el apoyo absoluto de los egresados y autoridades de la USB con nuestra Alma Mater, y así ser parte de la solución”.
Durante el evento se proyectaron videos en homenaje a los galardonados, en los cuales familiares, amigos y compañeros de trabajo expresaron sus palabras de afecto hacia los condecorados.
Por circunstancias ajenas a su voluntad, Tony Marzuka Baddour no pudo asistir al evento. En representación, el premio fue recibido por el periodista Richard Bailey Lazzari, quien leyó las palabras del ganador. “Es un honor de incalculable valor que se me haya conferido este reconocimiento, lo llevaré con orgullo el resto de mi vida”. Manifestó su optimismo y confianza en el destino de Venezuela.
Fernando Martínez Mottola expresó el gran significado que tiene para él la Orden que lleva por nombre al rector que marcó la excelencia en la universidad, y reflexionó sobre su futuro y el de Venezuela. “Debemos ver la universidad de ahora, no con una mirada nostálgica. Lo que estamos viendo a través de la ventana es una imagen del futuro de aquella época. Pero el futuro no surge de la nada, es el producto del hacer y del dejar de hacer. La USB está funcionando en medio de asfixiantes condiciones presupuestarias que conspiran contra la calidad académica”.
“Celebro este reencuentro que coincide con una época crítica. La ocasión resulta propicia para reflexionar. Debemos recordar nuestra misión y compromiso como uesebistas y venezolanos. Nuestros abuelos le entregaron a nuestros padres un país mejor que en el que ellos vivieron, nuestros padres nos entregaron un país mucho mejor, nosotros no podemos conformarnos con entregarle ahora un pasaje a nuestros hijos para que vivan en otro país. No podemos conformarnos”, concluyó Martínez Mottola.