Diputado a la Asamblea Nacional (AN) aclaró que “una cosa es la iniciativa de la Iglesia Católica, con la cual podemos sentarnos, y otra es hacerle el juego al régimen”

Nota de prensa

(Puerto La Cruz. 26/10/2016)  El diputado a la Asamblea Nacional (AN), Omar González Moreno, aseveró que con el juicio político contra Nicolás Maduro emprendido por el Poder Legislativo se inicia la rebelión democrática por Venezuela.

“Venezuela tienen que vivir dos tipos de rebeliones, la primera es la ciudadana que se está viviendo diariamente en las manifestaciones de calle que se están llevando adelante en todos los rincones del país, y la otra es la democrática que está iniciando desde la Asamblea Nacional”, explicó.

El asambleísta, quien encabezó una concentración ciudadana en el populoso sector de Saigón en Anzoátegui, aseveró que las investigaciones en torno a la doble nacionalidad de Maduro y de las constantes violaciones de éste a los principios constitucionales, son fundamentales para rescatar el hilo constitucional venezolano.

“Ya basta que el régimen emplee al Tribunal Supremo de Justicia, deslegitimado desde el nombramiento de los magistrados exprés, como herramienta de destrucción de la Carta Magna, ya es el momento que Nicolás Maduro le dé la cara al país”, dijo.

Manifestó que la Asamblea Nacional posee plena facultad para iniciar un juicio político al Jefe del Estado.

“Como funcionario el Presidente de la República tiene que rendir cuentas de sus acciones y omisiones, como representante del Estado él tienen que estar en constantes monitoreo y evaluación de los demás poderes, entre ellos el Poder Legislativo”, expuso.

¿Diálogo?

Omar González aseveró que un diálogo en el país tieneque pasar por la aceptación del Referendo Revocatorio para este 2016.

“No puede haber posibilidad de diálogo entre el régimen y los factores democráticos cuando desde el Gobierno se asesinó al Referendo Revocatorio a través de sentencias chimbas y posiciones antidemocráticas del Consejo Nacional Electoral; no puede haber diálogo mientras existan presos políticos y el TSJ actúe como un cañón apuntando al parlamento y a los factores políticos de la oposición, no puede existir posibilidad de diálogo si no se acuerda una convocatoria a elecciones generales”, ahondó.

Diferenció lo que significa un encuentro con los representantes de la Iglesia Católica y  lo que encarna un acercamiento sin condiciones previas con los representantes de la dictadura.

“Los demócratas no tenemos ningún problema de sentarnos con los enviados de Papa Francisco, pero si exponemos un total rechazo a dialogar con un régimen que sólo busca tiempo y oxígeno político”, aclaró.