A la deriva ganaderos de la zona sur de Anzoátegui
El presidente de la Asociación que les agrupa, Mauro Barrios, afirma que de 3 mil hombres dedicados a la actividad agropecuaria, apenas quedan dos mil. “Muchos se han ido y otros están por hacerlo”, aseguró
Niurka Franco
La difícil situación que atraviesan las familias dedicadas a la actividad agropecuaria en la zona sur de Anzoátegui, ha sido la razón por la que más de 1000 ganaderos prefirieron abandonar sus fincas y continuar su vida pero desde otra actividad.
Así lo dio a conocer el presidente de la Asociación de Ganaderos de la zona sur del estado, Mauro Barrios, quienafirma que ese ente contabilizaba 3 mil productores y van quedando 2 mil, los cuales están a la deriva, porque no se les ofrece incentivos para el desarrollo de su actividad productiva, perotampoco la seguridad necesaria para ellos y sus familias.
Precisa que en zonas como Atapirire y Caico Seco , por nombrar solo dos, manda la delincuencia, imponiendo el robo, el abigeato y el pillaje, pero además se les facilita el trabajo con una vías totalmente intransitables y sin iluminación.
Observa que los propios ganaderos deben hacer de choferes de sus empleados, al igual que tienen muchas veces que trasladar a sus pequeños a la escuela porque de lo contrario es imposible que puedan acudir debido a la distancia y la intransitabilidad de las carreteras.
Advierte que esta situación no es exclusiva de la zona sur de Anzoátegui, también ocurre en Guárico, donde según explica, las bandas delictivas mantienen en constante azote a los agropecuarios.
“La gente se está marchando porque además de no contar con incentivos para continuar produciendo, no se hace nada para al menos mejorar las condiciones del campo”, sostuvo recalcando que han tenido que ingeniárselas para poder estar organizados y comunicados para enfrentar el delito.
Aun así, indica que han sido muchas las fincas abandonadas porque sus propietariosaunque produciendo, han preferido desistir para no poner en peligro sus vidas y la de sus familiares ante la acción permanente del hampa.
En cuanto a la relación costo valor y lo que viene ocurriendo en el mercado, donde se encuentra el kilo de tomates en 500 bolívares, pero se obliga a la venta de carne a 260 el kilo, precisó que es parte de las contradicciones en las que incurre el Gobierno con las regulaciones. Frente a ello se pregunta. ¿Qué cuesta más, producir un kilo de tomates o un kilo d carne?.
La respuesta , dijo, es obvia, para añadir que es parte del juego en el cual se ha caído y se actúa en función del populismo y no de la manera como sebe ser. “Ahí radica el problema en el cual está inmerso el país y así como ocurre con la carne, pasa con todo”.