Panaderías de Anzoátegui reportan severa escasez de harina
Cada vez son más los locales que presentan un cartel indicando que “por la escasez no hay pan”. Otros centros racionan la venta del rubro para poder subsistir
Juan Afonso
“No hay pan por falta de harina”, es un mensaje que ya la mayoría de las panaderías de la zona metropolitana anzoatiguense exhiben para advertir a los compradores.
En la última semana, los locales han dejado de producir el alimento o simplemente, comenzaron a racionar la cantidad que una persona puede llevar.
El señor José Lárez, habitante del sector Boyacá III, dijo que en una panadería cercana a su domicilio, se empezaron a ver largas colas. “Hace dos días fui a hacer mi compra, y veo que afuera hay mucha gente. Cuando me dicen, es que no hay pan y no saben si van a sacarlo o no, porque los mismos panaderos sufren para poder hacerlo. Dicen que les falta harina”.
En Puerto La Cruz, la situación se repite en muchos establecimientos. Locales ubicados en la avenida 5 de Julio y el antiguo Paseo Colón han dejado de vender el producto.
Otros como La Tirantela, El Trigo de Oro empezaron a racionar las unidades de pan que puede llevarse la gente.
En Guanta, un vendedor adujo que la única panadería que produce es Benfica. El resto, dejó de vender.
Inventarios cada vez más estrechos
El dueño y administrador del local Vita María, ubicado en la avenida Gulf de Puerto La Cruz, Wilmar Grajales, expuso que los inventarios son cada vez menores, y eso ha obligado no solo a su local, sino a muchos a dejar de vender pan o a racionarlo.
“Tengo apenas 15 sacos de harina, y producir el pan para venta diaria requiere de 12 sacos. Por eso es que apenas vendemos panes dulces o pizzas, porque debo mantener la nómina y pagar sus salarios y demás beneficios. Si arriesgo a vender pan, sería un desastre porque mataría toda la producción y estaría obligado a cerrar”, argumenta.
Recordó que la solución para paliar la crisis que atraviesa el sector es devolver la operatividad al molino de la planta Molorca, hoy día conocido como Cereales La Cruz, para de esa manera procesar la harina en la zona.
“Eso lo inauguró el gobierno dos veces por televisión y hoy no tiene operatividad. Cuando la planta era conocida como Molorca y estaba en manos de Monaca, salían siete gandolas de harina para distribuir. Con Cargill también había bastante producción, pero ahora vemos que el gobierno prefiere importar harina desde Canadá, y entre que se procesa y la embarcan desde allá pasa casi un mes para que la materia prima llegue aquí. No sé cómo el gobierno permite que lleguemos a estos extremos”, expuso.
Trucos de subsistencia
Grajales dijo que a veces, los panaderos se tendían la mano recurriendo al trueque para poder solventar las fallas.
“Hubo veces en que intercambiábamos harina por mantequilla y otras cosas para ir subsanando las fallas. Pero es que ya la escasez se agravó en todos los niveles y no podemos hacer esos intercambios”.
También señaló que para paliar costos, ha optado por enviar de vacaciones al personal que tiene vencidos su temporada de descanso. “Ahora el problema será cómo hacer cuando les toque volver. Hoy quien quiera abrir una panadería está loco. La situación hace ver que el gobierno no tiene dólares. Viva prueba es lo que ocurre ahora mismo”, sentenció.