El Mercurio Web | Noticias, Información y Análisis

View Original

Marcha por la dignidad laboral tuvo lugar en Anzoátegui

Virgilio Heredia orador de orden en el acto convocado por Fetranzoátegui, a propósito del día internacional del trabajador, dijo que la masa laboral carece de motivos para celebrar pues el gobierno vapulea sus derechos

Niurka Franco

Por la necesidad de refundar el movimiento sindical, ante la gravedad de la situación laboral que se vive en Venezuela, se pronunció el profesor Virgilio Heredia, al fungir como orador de orden en la marcha de protesta convocada por la dirigencia sindical del estado Anzoátegui, que hace vida en Fetranzoátegui, a propósito del día internacional del trabajador.

“Unidad y más unidad, debe ser la consigna en estos momentos tormentosos de malos gobernantes. El sindicato siempre subsiste, sus dirigentes siempre están presentes, los gobiernos llegan y pasan, algunos dejan ingratos recuerdos”.

Con esta reflexión concluyó el docente su sentido discurso, en el que puso de relieve los reclamos de la clase trabajadora, al demandar la firma de los contratos colectivos vencidos, la cancelación de deudas y pasivos laborales, así como el cese a la criminalización de la labor sindical.

“No queremos más tribunales que violenten nuestros derechos, no queremos más trabajadores despedidos. Queremos un salario justo y elecciones sindicales libres sin la injerencia oficial”.

Afirmó que al recordar la gesta de Chicago, los trabajadores venezolanos constatan que no tienen hoy razones para celebrar, por estar el país sometido a una de las peores crisis de su historia, tocándole la peor parte a la clase obrera.

“El gobierno vapulea sus derechos laborales, les niega sus reivindicaciones, los trabajadores ven sus organizaciones sindicales atropelladas y sus líderes sindicales perseguidos, algunos detenidos y otros sometidos al escarnio del régimen de presentación ante tribunales afectos al gobierno”.

Subrayó el profesional de la educación, que los trabajadores no tienen razones para sentirse felices, pero sí muchas para enfrentar una realidad que ya les es insostenible.

Advierte que el gobierno se jacta al hablar de un hombre nuevo, pero resulta que ese hombre nuevo no es más que el llamado “bachaquero”, que apostado a las puertas de un automercado, espera durante horas para adquirir cualquier producto que luego revende a alguien tan necesitado como él, echando más leña al fuego.

“Queremos que el derecho a la vida, a la alimentación, empleo digno y justo salario, no sigan siendo letra muerta en nuestra Carta Magna, que el gobierno rectifique su desviada conducta y que le devuelva a los trabajadores el derecho a vivir en una sociedad justa, humana y próspera”.