Conferry y Pescalba, historia de buques fraudulentos
Compra de embarcaciones por montos astronómicos ha comprometido a altos funcionarios militares, sin sanciones ejemplares hasta ahora
Alexis Castillo
@alexisnoticia
La compra por montos astronómicos y en moneda extranjera de embarcaciones para servicio social se ha convertido en un aparente negocio por altos funcionarios del gobierno nacional.
El más reciente escándalo generado a raíz de la revelación del presidente Nicolás Maduro sobre la compra irregular de tres ferrys por altos funcionarios de su equipo de gobierno, ha puesto una vez más el foco de la mirada pública en hechos de corrupción que sacuden una administración otras veces puesta en entredicho por este mismo asunto.
Si bien se destapa un nuevo caso de fraude contra la nación, resulta particularmente alarmante que tales casos hayan sucedido en el ámbito marítimo, usualmente controlado por militares.
De hecho la adquisición de los barcos Virgen del Valle II, “Virgen de Coromoto” y “San Francisco de Asís para la flota de la nueva Conferrys, compromete al Mayor General Hebert García Plaza, ex ministro de Transporte Acuático y Aéreo y otros de sus colaboradores de alto y medio rango.
Plaza está siendo solicitado por la justicia venezolana bajo el señalamiento de avalar la compra como nuevas de estas tres embarcaciones por más de 50 millones de euros, pero con fallas que impiden su plena operatividad.
Se trata de una operación mil millonaria que estalla tras la ocupación y expropiación de Consolidada de Ferrys C.A por orden del fallecido presidente Hugo Chávez en 2011.
Las costuras en la compra-venta de los ferrys comenzaron a notarse en 2013, tan pronto como llegaron al país y fueron puestas en servicio con gran apoyo mediático y propagandístico. Se incorporan estas naves para cubrir las rutas Punta de Piedras-La Guaira y Punta de Piedras-Puerto La Cruz, pero sin éxito por la multiplicidad de interrupciones causadas por desajustes mecánicos que presentaron posteriormente.
Inevitablemente y dos años después pese a numerosas denuncias y protestas, el propio Nicolás Maduro, rompe el silencio en cadena de radio y televisión durante una visita al estado Anzoátegui.
Otro buque costosamente varado
No obstante, se suma a este caso de la nueva Conferrys otro que sigue sin sanciones ejemplares. Se trata del barco Simón Bolívar, adquirido por la Empresa Mixta Socialista Pesquera Industrial de la Alianza Bolivariana (Pescalba), que opera en Cumaná, estado Sucre, varado en un Perú.
Es otro barco comprado y traído a Venezuela en 2010. En ese entonces el mismo Hugo Chávez explicaba públicamente que había sido fabricado en Alemania por la empresa Volkswerft Stralsund.
La verdad terminó descubriendo que fue construido en la desaparecida República Democrática de Alemania por el astillero Stralsund, pero en el año 1988, es decir tenía 22 años de uso al momento del anuncio presidencial.
Hace cinco años atrás el costo de barcos de gran calado se ubicaba en unos 75.000.000 de dólares.