“El Gobierno incentiva la escasez cuando persigue a los empresarios”
Luis Medina, presidente de Fedecámaras Anzoátegui asegura que los controles de precios solo han servido para estimular la inflación. ¿Cuánto costaba la carne antes de la regulación y cuánto cuesta ahora?, se pregunta
Niurka Franco
@ConFranqueza
El panorama que existe en Venezuela hoy es sombrío y amenazan nubarrones, asegura Luis Medina, presidente de Fedecámaras Anzoátegui, quien dice no ver salidas, mientras el Gobierno insista en ver a los empresarios como delincuentes a los que es necesario perseguir hasta exterminar.
“Desde el sector oficial están empeñados en ver a los empresarios como corruptos, como enemigos a los que se debe perseguir y aplicar medidas coercitivas, eso lo que hace es generar mayor escasez y acentuar el desabastecimiento”.
El presidente del máximo órgano empresarial en el estado, recuerda que el problema del desabastecimiento se inició con las expropiaciones y cierre de empresas, las cuales en su mayoría están improductivas. “Cuando se habla de guerra económica y de la necesidad de encontrar a los culpables, el Gobierno debe revisarse, porque han sido los mismos ejecutores de las políticas equivocadas, los culpables del desastre actual”, dijo.
Explica que en países como Ecuador y Bolivia, por citar solo dos de los aliados del presidente Maduro, sus mandatarios, Rafael Correa y Evo Morales respectivamente, aunque han aplicado recetas similares a las de Venezuela en materia política, en lo económico se han cuidado de establecer controles, mostrando confianza en el empresariado, conscientes de que el Estado necesita del capital privado para poder estimular el desarrollo.
Advierte que los controles solo han servido para generar caos. “Yo le pregunto a los voceros del Gobierno, cuánto costaba el pollo y la carne antes de que se estableciera el control de precios”, inquiere.
Observa que el producto más costoso es aquel que no se consigue y en este sentido recalcó que hoy en el estado no hay carnicerías abiertas y las pocas que están operativas, sólo expenden charcutería y carne de cerdo.
“Ningún comerciante trabaja a perdida y vender ese producto al precio que el Gobierno estableció, significaría la quiebra porque ellos afirman que compran la carne de res a 230 bolívares por kilo y el Sundde los obliga a vender en 220”, recalcó.
Precisa que ningún país vecino está aplicando en estos momentos controles, porque sus gerentes están conscientes que éstos sólo sirven para crear distorsiones en el mercado. Medina invita a los encargados de adelantar las políticas económicas a que analicen la situación que se está viviendo en Venezuela, la cual debería ser un indicador de que los tiros no van en la dirección correcta.