Venezolanas recurren a métodos rudimentarios de antaño para realizar oficios domésticos
Con informacion tomada de Notimex
Caracas, Notimex.- Las amas de casa venezolanas deben recurrir a viejas prácticas para realizar oficios domésticos ante la ausencia de ceras para pisos, cremas lavaplatos y detergentes, los cuales son muy difícil de obtener en tiendas de abasto y supermercados.
Por su parte, los fabricantes de ceras para pisos, lavaplatos en crema y detergentes afirman que han dejado de elaborar estos productos por la falta de insumos, y esto se comprueba en los estantes de las tiendas de abasto y automercados de Venezuela.
Muchas amas de casa sacaron del baúl de los recuerdos las recetas de la abuela para hacerle frente a la situación de desabastecimiento de productos de limpieza, comentó una de ellas.
Ligia Mujica contó a Notimex que luego de un peregrinar por toda Caracas buscando estos productos, no tuvo más remedio que optar por derretir velas y mezclarlas con kerosene para poder pulir el piso de su vivienda.
“Estamos volviendo a utilizar los métodos rudimentarios de antaño que se emplean en los pueblos más pobres”, dijo la señora Mujica quien reside en La Urbina, una urbanización de clase media situada en el este de la capital.
Relató que como los pisos de la terraza y el patio de su casa son de cemento con listones de madera pudo realzar el brillo con este procedimiento antiguo, pero que sin embargo no le sirvió para pulir los de cerámica y granito que tiene el interior de la vivienda.
En un automercado donde se informó que comenzarían a expender jabón lavaplatos, Cristina Peñaloza, quien encabezaba la enorme fila que esperaba la llegada del producto dijo que “vine aquí porque me dijeron que venderían el producto, ya que lavar los platos es una verdadera odisea”.
“He tenido que usar jabón en polvo (detergente) para sustituir el producto en crema o líquido, que no se consiguen en ninguna parte”, afirmó.
Añadió que los vasos quedan impregnados con el fuerte olor del detergente y este le perdura por dos o tres días aunque lo enjuague varias veces, y se quejó de que “es muy desagradable beber un jugo en un vaso que huele a jabón”.
Agregó que aparte de eso, el lavaplatos en crema no le reseca las manos y rinde más, pero que ahora no puede elegir.
“Hay que comprar lo que se encuentre, por eso advertí a mis hijos y a mi esposo que si llegan a ver el producto compren lo que puedan”.
Blanca Martínez, quien también estaba formada en la fila, dijo que los detergentes se han convertido en un producto de lujo muy difícil de conseguir, por lo que usa el poco jabón en polvo que aún le queda, echándo al agua de la lavadora jabón de panela rayado, “para reforzarlo”.
Mientras la señora hablaba de sus peripecias domésticas, un dependiente del supermercado anunciaba por un megáfono que ni el jabón lavaplatos ni los detergentes llegarían ese día y que por favor disolvieran la fila, lo que provocó la ira de todos.
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