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Adyacencias del mercado municipal de PLC generan nauseas por putrefacción

Foto: Fabiola Rodríguez

Fabiola Rodríguez/Puerto La Cruz

@Shangola26

La calle Venezuela, Democracia y la avenida Dividide cercanas al mercado municipal de Puerto La Cruz “están vuelta añicos y sumergidas en una gran contaminación”. Esto lo afirman vendedores que llevan cinco o más de 30 años trabajando fuera de este centro.

Los olores de putrefacción que se olfatean en el ambiente que rodea esta instalación es considerada como “asquerosa” por los propios expendedores, quienes añaden que se les hace imposible tener un trabajo digno en condiciones aceptables.

El vendedor de verduras, Alfredo Rojas, tiene 24 años trabajando en el mercado, y aduce que las condiciones en las que trabaja han sido las mismas durante toda su trayectoria.

Cabe destacar que en las calles mencionadas los desagües no están presentes. “En todo el mercado, existen solos tres”, aseguró Rojas.

Las aguas contaminadas provenientes de los puestos de pescado y de polleras son sólo dos elementos principales. Aunado, se encuentran las aguas negras estancadas, que pueden estar hasta tres días empozadas, y la basura vertida por los mismos mercaderes que hacen vida en el terreno.

“Gusanos es lo que sobra en este sitio. Dejan las tripas y los cueros de pollos botados en nuestros lugares de trabajo, pasan ahí hasta tres días y no se puede trabajar por el olor tan fuerte que emana”, expresó Yanzir Terán, quien tiene cinco años como vendedora de hortalizas.

Otros comerciantes manifestaron que se han hecho algunos trabajos de reparación, como el asfaltado de algunas calles, sin embargo, coincidieron en que los trabajos “pasan por debajo de la mesa y son una cortinita de humo”.

Acotaron que cada semana los visitan algunos políticos haciendo promesas enmarcadas en el mejoramiento, pero que éstos nunca cumplen sus palabras.

“Siempre es lo mismo. Vienen aquí ofreciendo soluciones y nunca las cumplen. Tenemos años en este mismo plan, ¿hasta cuándo?”, destacó Elizaida Venegas, otra trabajadora del mercado.

Otros inconvenientes

El problema de seguridad es palpable. A pesar de que tienen una brigada comunitaria que presta el servicio, resulta insatisfactorio para los trabajadores, pues aseguraron que los robos son a diario.

Aunada a las condiciones de insalubridad, Venegas destacó que el desagüe proveniente del baño de la casilla policial se filtra y genera un pozo de aguas negras.

“Ese trabajo está mal hecho, como casi todos los trabajos que hacen. Así no se puede trabajar, al consumidor le da asco hacer algún tipo de compra. Uno ya está acostumbrado pero ellos no”, manifestó Venegas.

Soluciones a fondo

Los vendedores aspiran por una reconstrucción del lugar. “Aquí hay que romper calles y meter tuberías para que en este cochinero se pueda respirar”, coincidieron. También exhortaron a la alcaldía y la gobernación para que se aboque a la situación “con hechos y no palabras”.