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Comprar una vivienda, un sueño que pocos materializan

Foto: Archivo

Quienes lograron adquirir un techo propio, lo hicieron cuando en el país aún había capacidad de ahorro

Irina Figuera / Puerto La Cruz

@IrinaFiguera

Uno de los principales problemas que tiene hoy en día la población venezolana, independientemente de su edad, está relacionado con la vivienda y hacerse de un techo propio se ha convertido en una carrera contra el tiempo.

Muchos jóvenes superan esta etapa de sus vidas ahorrando para comprar un inmueble que cada día se aleja más de sus posibilidades.

Este problema es recurrente entre parejas de 25 y 30 años, que pese a la aprobación de un crédito, no pueden cubrir ni la quinta parte del inmueble.

Un apartamento de 40 años de antigüedad y 80 metros cuadrados, con tres habitaciones y dos baños en una urbanización popular de la zona norte de Anzoátegui, costaba hace un año 900 mil bolívares, pero hoy en día se cotiza en 2 mil bolívares, cantidad que varía según la zona donde esté ubicado. 

A juicio de José Ramón de los Ríos, presidente de la Cámara Inmobiliaria del estado Anzoátegui, el mercado primario inmobiliario de viviendas nuevas,  construidas esencialmente por el sector privado, se ha visto afectado principalmente por la escasez de insumos de construcción, lo cual encarece los precios de edificación de los inmuebles, limita la disposición de dinero y limita la oferta.

“El sector privado de construcción tiene 14 trimestres continuos en caída. Las razones están a la vista y como ejemplo doy el PIB de la construcción del BCV (Banco Central de Venezuela), que destacó la desaceleración del sector (público y privado) por falta de insumos”.

La economía, la situación del país, los bajos salarios, los altos precios de los inmuebles son algunos de los comentarios que se escuchan en la calle cuando se plantea la idea de comprar un apartamento o casa.

Para Ríos,  el alto costo de los inmuebles ha ocasionado que gran parte de la población ávida de una vivienda, recurra a zonas al margen de la ciudad.

Mariana Guerra, abogado, cuenta que posee un empleo cómodo que le brinda todos los beneficios, tiene pensado casarse y adquirir un apartamento para ella y su pareja. Poseen una cuenta bancaria entre ambos. Actualmente han recorrido varios apartamentos en Puerto La Cruz, y estos a su juicio están “costosos”; lo que los ha llevado a tomar la decisión de alquilar.

“Llevamos meses reuniendo. Y hemos buscado pero los precios son muy elevados que reuniendo lo más posible se nos hace difícil adquirir. Hemos estudiado la idea de alquilar mientras tanto”, dijo. 

Algunas parejas prefieren incluso vivir por separado ya que dicen no poder comprar en estos tiempos. Ante tal  problema, el gobierno venezolano ha implementado mecanismos que a simple vista se ven llamativos, pero suelen ser tardíos y en muchos casos no responden a la demanda existente.

Opciones a la vista 

Según diferentes páginas web que publican la venta de casas y apartamentos, como tuinmueble.com, en el municipio Bolívar la capital del estado, existen inmuebles que tienen desde 62 metros cuadrados a 65 metros cuadrados con precios que oscilan entre 2 mil bolívares hasta 2 mil 500 bolívares, dependiendo si estos son adquiridos en zonas de mejor renombre como Nueva Barcelona.

El municipio Sotillo, califica como el que tiene los más bajos precios en toda la entidad. Las cifras rojas en torno a la inseguridad restan valor de compra y venta a esta zona, sin embargo estos han tenido un alza considerable. Un apartamento de clase media en la avenida Constitución sector Latinia puede ofertarse hasta en  5 mil bolívares. 

A criterio del experto,  los precios se elevaron y fueron fijados con nerviosismo ante la incertidumbre por una posible devaluación y por los altos costos de reposición. 

Los apartamentos en alquiler siempre son una opción a la hora de lograr una independencia, de acuerdo en la zona donde estén ubicados estos pueden costar desde 10 mil hasta 60 mil bolívares. Encuestados coindicen al referir que al alquilar luego de un tiempo, terminan por pagar el costo de un inmueble que nunca les pertenecerá.

A la espera del crédito 

Isabel  Muñoz , comenta que perdió la oportunidad “de su vida”, esperaba por la aprobación del Banco de Venezuela, pero el gobierno tardó más de 3 meses en bajar los recursos para la compra del apartamento. Esto hizo que el vendedor denegara la venta y la ofertara a mayor precio. 

Bancos públicos y privados informan a su clientela que el préstamo tarda para ser aprobado entre dos y tres meses, dependiendo de la respuesta por parte del Banavih, quienes se encargan también de aprobar el subsidio del Gobierno. 

“Yo compré mi apartamento hace 15 años, en estos momentos ni soñando podría comprarlo”,  exclamó Adriana Martínez, quien con rostro de satisfacción asegura que la situación económica cada día aleja a la población la posibilidad de tener un techo propio.

La percepción del ciudadano común que gana sueldo mínimo y trabaja 6 horas al día, es que probablemente llegue a la tercera edad  con la ilusión de adquirir una vivienda, pero ni ahorrando toda la vida su ingreso completo, podrá  hacer este sueño realidad.