Aumentos por decreto no logran remediar deterioro del salario por hiperinflación
Vicente Brito, presidente de la Red por la Defensa al Trabajo, la Propiedad y la Constitución, estima que una familia promedio (5 miembros) debe destinar entre el 50 y 90% de su ingreso sólo a gastos de alimentación por lo que crece deterioro de la calidad de vida
Niurka Franco
El creciente costo de vida y las limitaciones al consumo están íntimamente ligados al deterioro del ingreso, el cual pese a los “aumentos” por decreto, nunca se equipara al creciente nivel de inflación.
Quien así se expresa, es Vicente Brito, presidente de la Red por la Defensa al Trabajo, la Propiedad y la Constitución, ente que viene haciendo seguimiento a la situación económica y financiera del país.
De dicho análisis, asegura, se desprenden algunos aspectos importantes, señala, para referir entre ellos el deterioro en la calidad de vida del venezolano como resultado de la aplicación de las políticas fiscales y monetarias por parte del gobierno nacional.
“Esas políticas tienen un fin y no es otro que financiar el creciente déficit público, sin importar sus consecuencias en la población. Se ha recurrido a la emisión de dinero inorgánico por vía de pagarés del Banco Central de Venezuela “(BCV).
Resultados a la vista
Sin tener que hacer un gran ejercicio mental, cualquier venezolano puede sacar sus propias cuentas, sugiere, para concluir que antes con menos bolívares un grupo familiar hacía más.
“El costo de los alimentos esenciales de una familia promedio (5 miembros) durante un mes, es decir la canasta normativa ha sido estimada en 15 mil bolívares y la cesta básica que incluye alimentos y servicios ya va por 30 mil , es decir que sólo los estratos A y B de la población con ingresos superiores a los 40 mil bolívares pueden cubrir gastos de alimentación, servicios y otros”.
Observa que hasta hace tres años, la mayoría de las familias venezolanas dedicaban entre 25 y 40% de su ingreso al consumo de alimentos, pero hoy debido a la inflación entre 50 y 90% del ingreso familiar, se va en comida.
“En los dos últimos años, el crecimiento de pagarés del BCV aumentó alrededor de un trillón de bolívares y esto, constituye un impuesto indirecto que estamos pagando todos los venezolanos”.
Compras limitadas
Así las cosas, Brito recordó que en épocas como la actual, cuando las familias reciben un dinero extra por concepto de bono navideño o utilidades, era costumbre adquirir ropa, así como equipar la casa con aquello que hiciera falta e incluso algunos con mayor ingreso podían hasta cambiar el carro.
“Hoy la adquisición de electrodomésticos, muebles o vehículos está reservada sólo a aquellos que tienen salarios por encima de 40 mil bolívares y que conforman el 20% de la población”, dijo tras referir que los programas adelantados por el gobierno, como Mi Casa Bien Equipada, no llegan a todos quienes lo necesitan, porque son más efectistas que efectivos.