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Nace el primer niño de una mujer con útero trasplantado

Foto: Archivo

La madre no tenía útero debido una afección genética, pero este fenómeno médico representa una esperanza para luchar contra la infertilidad

Con información de Globedia/AFP

Por primera vez en el mundo, una mujer ha podido tener un hijo después de un trasplante de útero, una hazaña médica sueca presentada como un avance decisivo en la lucha contra la infertilidad.

La madre, cuya identidad no se ha revelado, es una mujer sueca de 36 años que nació sin útero por una afección genética, según la prestigiosa revista médica británica The Lancet, que revela este sábado la operación.

La mujer dio a luz en septiembre un niño sano que pesó 1, 775 kg, al cabo de 31 semanas de embarazo. Ambos se encuentran bien, precisa la revista médica.

Esta primicia es obra de un equipo dirigido por el profesor Mats Brännström, especialista de ginecología y obstetricia de la Universidad de Gotemburgo, tras más de diez años de investigación.

Ofrece esperanzas a las mujeres que no pueden tener hijos por haber nacido sin útero, tener una malformación o haber sufrido una ablación del útero debido a un cáncer o a una hemorragia en un embarazo anterior. Y podría evitar en algunos casos el recurso a un vientre de alquiler.

La falta de útero "era el único tipo de infertilidad femenina considerado hasta ahora fuera del alcance de las posibilidades terapéuticas", subrayan en The Lancet los especialistas que protagonizan esta hazaña.

El útero trasplantado provenía de una mujer de 61 años, menopáusica desde hacía siete años cuando fue operada.

La madre fue dada de alta tres días después del parto y el bebé salió de la unidad neonatal a los diez días de nacer.

Parto por cesárea

Este "éxito se basa en más de diez años de investigaciones intensivas con animales y de entrenamiento quirúrgico de nuestro equipo y crea la posibilidad de tratar a buen número de mujeres jóvenes en el mundo que sufren de infertilidad uterina", explica en la revista el profesor Brännström. "Además, hemos demostrado la viabilidad del trasplante de útero de una donante viva, aun cuando ésta sea menopáusica", destaca.

La mujer tratada, que tenía intactos los ovarios, era capaz de producir óvulos, que fueron fecundados por las técnicas de fecundación in vitro (FIV) antes del trasplante, lo cual permitió disponer de once embriones congelados. Un año después del trasplante de útero, los médicos transfirieron un solo embrión al útero trasplantado y lograron el embarazo.

"Hemos observado un solo episodio de débil rechazo durante el embarazo, tratado con corticoesteroides, y la mujer trabajó a tiempo completo hasta la víspera del parto", subrayó Brännström.

El crecimiento del feto y la irrigación sanguinea vía las arterias uterinas y el cordón umbilical fueron normales durante las 31 primeras semanas del embarazo.

Pero la mujer fue hospitalizada en la semana 31ª debido a una eclampsia (patología marcada sobre todo por una hipertensión y que representa un riesgo para el feto) y se le practicó una cesárea.

La mamá es una de las nueve mujeres suecas que aceptaron un trasplante de útero de donantes vivas en 2013. Como siete de ellas, presentaba el síndrome MRKH, que conduce a la ausencia, total o parcial, de vagina y útero, circunstancia que afecta a una de cada 5.000 mujeres al nacer.

En Reino Unido, se estima que son más de 12.000 las mujeres en edad de procrear que presentan factores de infertilidad de origen uterino, recuerda The Lancet.

Antes de esta proeza médica, se habían llevado a cabo otros intentos de trasplantes con úteros de donantes vivas o no, pero fracasaron. La primera vez, en Arabia Saudí en 2000, fracasó al cabo de tres meses por necrosis del útero de la paciente. Otro en Turquía en 2011, realizado con un útero de donante fallecida, permitió un inicio de embarazo que acabó en aborto.