Drama de las captahuellas acapara la atención mundial
La libreta de racionamiento del siglo XXI luce como un recurso exótico ante la mirada internacional
Redacción.
La implementación de captahuellas en los supermercados llama la atención internacionalmente. El Wall Street Journal abre su versión web de este viernes con la nueva medida restrictiva del Gobierno, titulando: "El racionamiento de productos básicos amarga el día a día de los venezolanos". El diario neoyorquino comparó el uso del recurso tecnológico con el racionamiento de alimentos en Cuba y Corea del Norte.
Los consumidores consultados por el periódico coincidieron en que las máquinas solo alargan las colas y no resuelven la escasez de productos de la cesta básica. Las esperas pueden prolongarse por las recurrentes fallas que presentan los escáneres, cuyo costo (150 dólares) corre por cuenta de los supermercados.
El trabajo periodístico se centra en el funcionamiento de las captahuellas en 36 comercios zulianos y la progresiva invasión de las cadenas estatales de Caracas. Uno de los datos recogidos es que el Gobierno atribuye la escasez al contrabando hacia Colombia, aún cuando los economistas estiman que solo 10% de la mercancía termina en el país vecino.
Si en algo acierta el Wall Street Journal, es en las razones verdaderas de la falta de alimentos: “una combinación tóxica de una industria paralizada por nacionalizaciones e intervenciones del Gobierno y un complejo régimen de divisas”. Incluso avizora el aumento del desabastecimiento por la caída de los precios del petróleo en un momento en que el país se queda “corto de efectivo”.
Recordando que Maracaibo es la cuna de la industria petrolera, se describe el “severo control” en la venta de gasolina, a través de códigos de barra pegados al parabrisas de los carros, y cómo sus habitantes se muestran resignados ante el regreso de los pañales de tela y la sorpresa de encontrar un desodorante en los anaqueles.